UICN y SEO/BirdLife organizan un taller formativo en el marco del proyecto “Gestión integrada para la conservación de los humedales mediterráneos: soluciones basadas en la naturaleza y prácticas económicas sostenibles” financiado por la Fundación MAVA y ha buscado sinergias con el proyecto Medartsal

Con el fin de poner en valor la relevante contribución que realizan las salinas tradicionales a la generación de valor compartido para la naturaleza, la sociedad y el tejido empresarial y frenar el declive del patrimonio cultural y natural de los espacios naturales y protegidos que ocupan, el Centro para la Cooperación del Mediterráneo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN-Med) y SEO/BirdLife (representante en España de la federación BirdLife International), han sumado esfuerzos para organizar un taller formativo y participativo sobre la aplicación del enfoque del capital natural en las salinas artesanas, que tuvo lugar en la casa del Parque Metropolitano Marisma de Los Toruños y Pinar de la Algaida.

Las salinas artesanales generan paisajes de características únicas por sus valores naturales. Su apuesta por la producción sostenible en lugares de especial importancia para la conservación de la biodiversidad las convierte en sitios clave para la reproducción y descanso de multitud de aves y otras especies de fauna y flora. Además, desempeñan un papel fundamental en el desarrollo local por su interés cultural, patrimonial, histórico, social e identitario. Sin embargo, el abandono de esta práctica artesanal está motivando la transformación y deterioro de estos ecosistemas tan preciados.

Para apoyar al sector salinero tradicional a recuperar su importante papel en la conservación de la naturaleza y el desarrollo rural, durante el taller «Capital natural en salinas artesanales» los asistentes descubrieron cómo el enfoque de capital natural puede ser una herramienta muy eficaz para poner de relieve el rol de las salinas artesanales en la conservación de los valores culturales y tradicionales que atesoran y de los atributos de la sal obtenida de manera artesanal.

La jornada, que contó con la financiación de MAVA Foundation y la colaboración de Ecoacsa Reserva de Biodiversidad y Everis NTT Data como facilitadores, y del Fondo para la Recuperación de las Marismas Salineras (Salarte) y Martinete Consultoría Ambiental y Ecoturismo, tuvo lugar de forma presencial en la Casa de los Toruños (Puerto de Santa María, Cádiz) y se retransmitió en streaming a través del canal de Youtube de SEO/BirdLife. Este encuentro también ha servido para crear sinergias con el proyecto Medartsal que busca revalorizar el sector salinero artesanal en los países mediterráneos.

La audiencia estuvo formada por productores artesanales de sal, representantes de organismos públicos, academia, restauración, hostelería, turismo ecológico, comercialización de productos ecológicos y gourmet, paisajismo y restauración ecológica, ONG y asociaciones conservacionistas.

Durante la presentación del taller, Rafael Martín Ballesteros, director-conservador del Parque Natural Bahía de Cádiz, puso el foco en los principales problemas que enfrenta el sector salinero. Entre ellos, enumeró «el abandono de las actividades económicas relacionadas con la producción de sal y la acuicultura, la necesidad de hacer compatible la preservación y mejora de la biodiversidad existente en el entorno para poder recuperar adecuadamente la lámina de agua y el cambio climático».

Jesús Pinilla, biólogo ambiental de la Delegación de Andalucía de SEO/BirdLife, destacó que las actividades económicas son esenciales para atraer biodiversidad al Parque Natural Bahía de Cádiz. «Las salinas artesanales representan un espacio de encuentro entre la conservación de las aves, dado que numerosas especies migratorias dependen del estado de las salinas para realizar sus descansos y conseguir alimento durante su viaje, y el bienestar humano, el de las familias que viven de estos recursos y el de la sociedad en su conjunto, que se beneficia de la preservación de los valores culturales, históricos y naturales que albergan», aseguró.

Arnau Teixidor, Ecosystem Program Officer de UICN-Med, subrayó que en el reciente Congreso Mundial para la Conservación de la Naturaleza de la UICN se habló muchísimo «de capital natural, soluciones basadas en la naturaleza, cómo buscar mecanismos para fomentar la conservación y los nuevos paradigmas sobre la relación de las personas con la naturaleza y los marcos necesarios para favorecer el equilibrio en esa relación. La organización del taller es muy oportuna para aterrizar sobre el terreno estos conceptos que a veces son complicados de entender y, en especial, para favorecer sinergias entre actores económicos clave y del mundo de la conservación».

Capital natural y la teoría de los seis capitales

David Álvarez, director ejecutivo de Ecoacsa, ejerció durante la jornada de facilitador del taller y arrancó la sesión teórico-práctica explicando los conceptos de capital natural y servicios ecosistémicos y la teoría de capitales, según la cual el capital natural sustenta al resto de capitales sin los que la economía no podría funcionar (humano, social, intelectual, manufacturado y financiero). «Sin embargo, estamos acostumbrados a trabajar con todos, excepto con el capital natural. Pero recientemente se han dedicado esfuerzos clave para cambiar esto con la adopción este año por parte de Naciones Unidas de un nuevo marco —el System of Environmental Economic Accounting-Ecosystem Accounting, SEEA EA— para integrar las consideraciones del capital natural en las cuentas económicas y ambientales de los países, de manera que para medir el PIB se tendrán en cuenta estos aspectos».

Jesús Carrasco, responsable de Proyectos de Capital Natural y Biodiversidad de Everis Ntt Data, explicó en detalle el concepto de los seis capitales y de espacio operativo seguro, y trabajó en su aplicación al sector salinero mediante una dinámica práctica con los participantes. «Medir el nivel del estrés que experimenta el espacio en el que opera una salina ayuda a conocer cuál es la tendencia que va a registrar dicho espacio en el tiempo en cada una de las presiones que se consideran a la hora de medir la sostenibilidad y cómo contribuye a ellas (positiva o negativamente) la actividad salinera. Al realizar este análisis, se puede determinar si el modelo de negocio está operando de forma segura respecto a la capacidad que tiene el ecosistema de absorber su actividad —es decir, si opera dentro de un espacio operativo seguro—».

Ejemplos exitosos de producción sostenible, conservación de la biodiversidad y rentabilidad

A través de la presentación de los casos de Valle Salado de Añana, Flor de Sal d’Es Trenc, Riet Vell y LIFE Olivares Vivos, los profesionales que participaron en el taller conocieron otros ejemplos de producción sostenible en entornos naturales y protegidos que combinan con éxito el sostenimiento de un modelo de negocio basado en el fomento de la biodiversidad y el cuidado de los ecosistemas con la rentabilidad económica.

Alberto Plata, director de Cultura y Comunicación de Valle Salado de Añana, hizo hincapié en que «Valle Salado de Añana no compite con las salinas industriales en cantidad, sino en calidad y variedad y que se ha convertido en un motor económico de la zona (situado a 30 km de Vitoria-Gasteiz), dado que no solo da trabajo a los guías turísticos, sino también a envasadores, salineras, alojamientos rurales, restaurantes… Además, es un enclave especialmente importante para la conservación de especies endémicas de alto valor, como las artemias partenogenéticas, esenciales para el sostenimiento del ecosistema, y la Fundación Valle Salado ya es capaz de generar el 41 % de su presupuesto a través de la comercialización de la sal, las visitas guiadas y otras actividades que promueve».

Laura Calvo, directora de Imagen y Comunicación de Flor de Sal d’Es Trenc, incidió en la importancia de preservar la biodiversidad y el entorno natural, dado que de la buena la salud del ecosistema y de sus funciones depende su actividad tradicional salinera. También reconoció «el gran valor de colaboraciones que mantenemos con el Grupo de Ornitología Balear (GOB), CSIC, IMEDEA, AEMET y la UIB, gracias a las que hemos puesto en marcha varios proyectos de anillamiento de flamencos, construcción de zonas de descanso para las aves, seguimiento con GPS de cigüeñuelas y avocetas para obtener información sobre zonas de invernada fuera de la isla y otras acciones de seguimiento muy cercano de los cambios que se registran en las salinas y cómo estos repercuten en el entorno».

Juan Carlos Cirera, director general de Riet Vell, reseñó que «la conservación de las aves y de gran parte de la biodiversidad en Europa depende hoy en día de una adecuada gestión de las áreas rurales. La finca rural de Riet Vell es visitada cada año por entre 4000-5000 personas y se ha convertido en un lugar privilegiado para la observación de las aves, el desarrollo de acciones de voluntariado y educación ambiental.

Tras el éxito de la cosecha del arroz ecológico, en 2003 emprendimos la elaboración de pasta con trigo duro ecológico procedente de las estepas del Ebro, que constituyen unos ecosistemas muy valiosos para el cultivo de este cereal y la conservación de la biodiversidad (por ejemplo, de la ganga ibérica). Y en 2015, empezamos a trabajar con legumbres en colaboración con la Fundación Global Nature, impulsando la venta de garbanzos, lentejas y otras legumbres procedentes de agricultores ecológicos de Castilla-La Mancha».

José Eugenio Gutiérrez, coordinador del proyecto LIFE Olivares Vivos , aclaró que el modelo propuesto por su proyecto «persigue solucionar los problemas del olivar aprovechando todo su capital natural e integrando la biodiversidad en la cuenta de resultados de los productores. Buscamos recuperar la biodiversidad del olivar y convertirla en beneficio económico. En agricultura no hay rentabilidad sin sostenibilidad. Nuestro enfoque estratégico va más allá de las fincas de los agricultores y abarca toda la cadena agroalimentaria, dirigida a conectar a productores y consumidores, que es el mismo enfoque que el recogido en la Estrategia de la Granja a la Mesa de la UE.

El modelo consiste en diseñar y certificar científicamente la producción oleícola compatible con la conservación de la biodiversidad y posicionarlo en el mercado a través de un sello de certificación como un valor añadido rentable en el mercado del aceite».

El taller concluyó con una dinámica participativa que buscó identificar qué características debe cumplir un producto para que sea atractivo desde el punto de vista del consumidor y con el agradecimiento de Juan Martín, presidente de Salarte, a organizadores, facilitadores y ponentes por su implicación y el conocimiento y experiencias  enriquecedoras compartidas durante  la jornada y, en especial, al sector salinero participante «por su compromiso y su ejemplo de economía ambiental vinculada al capital natural que aportan un valor añadido no solo al producto, sino al territorio».