La ONG gaditana lidera la conservación de humedales clave en el bajo Guadalquivir.
La restauración de marismas, la reconexión de zonas húmedas con río y arroyos y el manejo de láminas de agua permanentes es una estrategia multifacética que ofrece máximos beneficios ecológicos, económicos y sociales, contribuyendo de manera integral a la conservación de la naturaleza y mejorando la resiliencia de los ecosistemas. Es una práctica esencial para la conservación y fomento de la biodiversidad. Al recuperar y restaurar estos hábitats naturales, estamos proporcionando entornos adecuados para numerosas especies de flora y fauna, muchas de ellas En Peligro de Extinción. Esta intervención potencia la diversidad biológica y mejora la calidad del agua, ya que las marismas actúan como filtros naturales que eliminan contaminantes.
Las marismas también ayudan a mitigar inundaciones y capturar carbono, combatiendo el cambio climático. Además, proporcionan áreas de cría para peces y mariscos, beneficiando a las pesquerías locales, y son esenciales para aves migratorias. La restauración de marismas promueve al sector primario y favorece el ecoturismo y la educación ambiental, aportando importantísimos beneficios económicos, sociales y ecológicos.
Además, las marismas absorben grandes cantidades de agua durante episodios de inundación, reduciendo el riesgo y la severidad de las inundaciones en áreas circundantes. También son sumideros de carbono efectivos, capturando y almacenando grandes cantidades de dióxido de carbono, lo que ayuda a mitigar los efectos del cambio climático. Al servir como zonas de cría y refugio para muchas especies de peces y mariscos, las marismas también incrementan las poblaciones de estas especies, beneficiando a las pesquerías locales.
La restauración de marismas es fundamental para la agricultura, la ganadería, la pesca y la acuicultura; también ofrece oportunidades formativas para el empleo local, la educación y la concienciación sobre la importancia de los humedales para nuestra propia supervivencia.
Estas áreas restauradas pueden convertirse también en atractivos destinos para el ecoturismo y actividades recreativas, promoviendo un turismo sostenible que apoya la conservación y el desarrollo económico local. Además, las marismas son cruciales para muchas aves migratorias, proporcionando áreas de descanso y alimentación durante sus largos viajes.
Las marismas desempeñan un papel fundamental para la pesca en mares y océanos, y resultan vitales en el reciclaje de nutrientes, contribuyendo a la salud de los ecosistemas terrestres y acuáticos.
Salarte trabaja en numerosos proyectos de restauración y adecuación de hábitats marismeños para recuperar la biodiversidad en los mismos, adecuando estos espacios a las necesidades de numerosas aves acuáticas, y, en especial, a la cerceta pardilla (Marmaronetta angustirrostris), para la que gestiona diez acuerdos de custodia del territorio en fincas públicas y privadas del bajo Guadalquivir.
Estos proyectos reflejan el compromiso de Salarte con la conservación de la biodiversidad y la restauración de ecosistemas vitales en la región.
Proyecto Reserva Ecológica Esteros de Manego, marismas de Trebujena.
Tras conseguir su declaración como Reserva Ecológica en el año 2021, Salarte ha culminado el proyecto de actuación en Esteros de Manego, situado en el término municipal de Trebujena, con una inversión ejecutada superior a los 100.000 euros, financiados por el Grupo de Desarrollo Pesquero.
En esta actuación se mejoró la funcionalidad de la marisma a través del dragado de fangos, aumento de la lámina de agua, creación de islas para nidificación, instalación de cajas nido para aves y murciélagos, vallado para evitar predadores e instalación de cartelería de uso público.
Reserva Ecológica Esteros de Manego y lucio WWF. Marismas de Trebujena (Cádiz) 2021.
Acuicultura extensiva en Reserva Ecológica Esteros de Manego; se observan flamencos a 20 metros.
Reinundación marismas en la Reserva Ecológica El Codo de la Esparraguera, Trebujena
Uno de los proyectos se lleva a cabo en las marismas del Guadalquivir, junto a la reserva ecológica El Codo de la Esparraguera, junto a Sanlúcar de Barrameda y el espacio natural de Doñana. En la actualidad, la finca que ya fuera objeto de restauración por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio en 2012, ha perdido las cualidades y requisitos necesarios e idóneos para que constituya un enclave de primer orden para la cerceta pardilla.
Esto ha sido consecuencia del nulo manejo de agua que viene ejecutándose en los últimos años, unido al uso irregular y descontrolado de la finca para la actividad ganadera, que ha provocado la colmatación de los lucios y riendas y el mal estado de determinadas compuertas. Por tanto, el objeto de este proyecto es la recuperación de la situación idónea y necesaria para que vuelva a considerarse el Codo de la Esparraguera como zona clave para la cerceta pardilla, y permita su recuperación.
El proyecto abarca 30 nuevas hectáreas junto a la reserva que ya es gestionada desde 1990 por Pistresa (Piscícola de Trebujena, S.A.), empresa a la que ha contratado Salarte para llevar a cabo las nuevas actuaciones en estas marismas abandonadas. El proyecto se financia con fondos propios, sin ayuda pública, y cuenta con la autorización de la Junta de Andalucía y el Ministerio de Medio Ambiente.
La intervención ha tenido una duración de seis semanas y se ha desarrollado en dos fases; la primera dedicada a la construcción de cuatro compuertas para gestionar la inundación con agua del río decantada, y la segunda dirigida a rebajar la cota y crear riendas perimetrales y canales de “riego” para favorecer la inundación de la marisma con coeficientes de marea inferiores.
Imagen de la marisma reinundada tras más de 40 años sin recibir agua de las mareas. Julio 2024.
Una vez finaliza la actuación, los resultados han sido evidentes en pocos días, con la aparición de tres camadas de cerceta pardilla, ánades frisos, patos coloraos, patos reales, flamencos, alcaravanes, garzas imperiales, espátulas, agujas y chorlitejos patinegros. El siguiente paso se dará en otoño, fecha prevista para introducir agua dulce o menos salada, ideal para mantener con buena salud la fauna y flora amenazada que se desarrolla en estos ambientes salobres y dulces.
Proyecto en la Corta de los Olivillos, Puebla del Río
Se trata del paleocauce del Guadalquivir, que quedó aislado tras la drástica transformación que supuso su cambio de trazado en 1971. Hemos reinundado en una primera fase 20 hectáreas, que han estado cuatro años sin recibir agua en período estival, y cuya propuesta técnica solicitada por Salarte desde 2023 ha sido autorizada por las autoridades para su reinundación, al objeto de garantizar una lámina de agua durante los meses más secos, coincidiendo con la época de cría y muda de los patos.
Imagen de las obras realizadas en 1971 para eliminar el meandro de Los Olivillos, rio Guadalquivir.
Paleocauce de Los Olivillos reinundado por primera vez desde 2020 por Salarte. Fecha: 16/07/2024.
Salarte considera que la finca “Corta de los Olivillos” se erige como prioridad a la hora de acometer nuevas actuaciones en nuevos territorios limítrofes con el río Guadalquivir. Ello es debido a que, las escasas precipitaciones y la reducción de dotación hídrica para el cultivo del arroz han originado una drástica reducción de humedales en dicha zona, unido todo ello, además, a la situación de escasez de áreas inundadas por la que atraviesan las marismas del E.N. Doñana.
Por ello se encuentra trabajando para acometer actuaciones en este paleocauce del Guadalquivir para restaurar las cincuenta y cinco hectáreas que la componen. Las actuaciones incluyen un dragado somero para garantizar la inundación y diferentes gradientes en la columna de agua, con cuyos materiales se adecuarán vetas, muros e islas centrales para nidificación de larolimícolas. Asimismo, se ha van a instalar varias compuertas de marea para la entrada y salida del agua, creación de canales, riendas, lucios y circuito de agua, la consolidación de muros perimetrales, habilitación de un sendero, instalación de equipamiento interpretativo y la creación de dos observatorios.
El proyecto, en su primera fase, se ha basado en utilizar bombas para introducir agua del río, en un acuerdo de custodia con los arroceros vecinos para aprovechar el agua de riego de las tablas de arroz colindantes. La autorización inicial es por un año, con la posibilidad de ampliación.
Marismas del Guadalete, Parque Natural Bahía de Cádiz.
En 2023 ha ejecutado el proyecto de restauración integral de 12.000 m2 de marismas mareales en el río Guadalete consistentes en la demolición de más de 8.500 m2 de naves abandonadas, retirada de cubiertas de uralita y gestión de residuos peligrosos, descontaminación de suelos, eliminación de flora alóctona invasora y adecuación paisajística de las marismas anexas al Parque Natural Bahía de Cádiz.
Marismas del Parque Natural Bahía de Cádiz antes de la actuación de Salarte. Marzo 2024.
Marismas del Parque Natural después de la demolición de naves y limpieza por Salarte. Junio 2024.
Restauración de las Salinas de Santa Teresa, Marismas de Bonanza
Salarte ha solicitado una concesión para reinundar 80 hectáreas de salinas abandonadas en las Marismas de Bonanza, en el espacio natural Doñana, con una inversión inicial de aprox. 300.000 euros. Actualmente, la ONG está a la espera de la autorización para comenzar las actuaciones.
Antiguas salinas de Santa Teresa, abandonadas desde hace 30 años, que Salarte propone restaurar.
Alianza Marismas del Guadalquivir – Doñana
Salarte ha creado una alianza entre propietarios de fincas, agricultores, pescadores, científicos, universidades, patronal, administraciones públicas, sociedades de cazadores y ONGs para gestionar las marismas del bajo Guadalquivir y Doñana, abarcando hoy 11.500 ha. en tres provincias (Sevilla, Huelva y Cádiz) y aspirando a las 13.800 ha. en 2025.
Se considera de máximo interés restaurar marismas, fomentar la biodiversidad e ir de la mano de quienes hacen del Guadalquivir su medio de vida (acuicultores, arroceros, pescadores, mariscadores).
La Alianza trabaja para recuperar el capital natural del Guadalquivir-Doñana, para que la Cofradía de pescadores de Sanlúcar siga teniendo el mejor pescado del Atlántico, Bajo de Guía siga vendiendo los mejores langostinos de España, Sevilla siga siendo el mejor arrozal de Europa, las salinas de Bonanza sigan produciendo la mejor sal marina, los esteros del Guadalquivir produzca los mejores camarones, doradas y lubinas, y Doñana acoja miles de aves acuáticas y siga siendo el mejor humedal de Europa.