Responsables del Fondo para la Custodia y Recuperación de la Marisma Salinera -Salarte- acudían a Marruecos entre los días 28 de abril y 3 de mayo, para participar en el encuentro del proyecto internacional ‘Salvando las Salinas’ para recuperar las salinas como hábitats de interés para las aves y la sociedad.
Este encuentro se enmarca en el proyecto Saltpan Initiative, desarrollado por la Fundación MAVA y BirdLife International a través de Vogelbescherminig Nederland, Association ‘Les amis des Oiseaux’ (BirdLife Túnez), la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife, GREPOM (BirdLife Marruecos), SPEA (Sociedade Portuguesa para o Estudo das Aves) y LPO (BirdLife France). Con su incorporación a este proyecto, Salarte ha conseguido incluir a la Bahía de Cádiz en la red de salinas costeras del ámbito mediterráneo y Atlántico que participan en el proyecto, lo que supone un punto de inflexión.
A lo largo de las tres jornadas de trabajo en Rabat y Larache, los socios del proyecto procedentes de Holanda, Reino Unido, Francia, Italia, España, Portugal, Túnez y Marruecos han podido conocer la situación de las salinas en cada país, analizado la situación actual y compartido visiones, estrategias de trabajo en red y propuestas de colaboración y desarrollo conjunto.
En este sentido, la ONG gaditana ha aportado su experiencia en la gestión de salinas y humedales costeros mediante acuerdos de custodia del territorio, en la ejecución de proyectos de restauración de salinas abandonadas y en la mejora de la legislación que afecta a la sal marina, aportando una visión pragmática y realista sobre los retos a los que se enfrenta la recuperación, puesta en marcha y gestión de estos singulares y valiosos socioecosistemas, en los que trabaja con el Grupo de Conservación de Humedales Costeros de la Universidad de Cádiz, pioneros en las salinas gaditanas.
Entre otros aspectos clave, se ha abordado la necesidad de que las salinas tradicionales sean recuperadas a nivel productivo para evitar su desaparición; se ha concluido que su gestión ha de ser viable socioeconómicamente; que son espacios multidimensionales en los que tienen cabida diferentes actividades vinculadas a la economía verde, y que es fundamental abrir su funcionamiento, gestión y conocimiento a la sociedad en la que se inserta, en lo que los técnicos han venido a concluir que “el mundo salinero tiene que hacer pandilla” tanto a nivel social como desde el punto de vista educativo, económico y empresarial.
Finalmente, se definía la necesidad de que cada espacio salinero identifique su potencial socioambiental y económico a la hora de definir su plan de viabilidad o Plan de Negocio, de manera que cada territorio se diferencie y ponga en valor su especificidad, sin renunciar a un marco global de planificación y gestión en red para trabajar de forma coordinada para defender y promocionar los valores, productos y servicios ecosistémicos que comparten las salinas costeras en el mundo. Por ello, se ha propuesto la creación de la Red de Salinas Artesanales en la vía de vuelo Atlántico Este.
La tercera jornada se dedicó a la visita a las salinas de Larache, completamente restaurada por iniciativa del proyecto “Saltpan Initiative” y actualmente en explotación por la cooperativa local SeLarache; tras firmar un nuevo acuerdo entre Vogelbescherminig Nederland, GREPOM y el presidente de la Cooperativa, todos los socios se comprometían en colaborar con la cooperativa SeLarache en la puesta en marcha de las Salinas de Lixus, en la desembocadura del río Loukkos.
De vuelta al Parque Natural Bahía de Cádiz y tras haber realizado numerosas acciones de mejora directa de las estructuras de la Salina La Esperanza, en Puerto Real, organizado varias jornadas de voluntariado y encontrarse evaluando en estas semanas los resultados de reproducción, Salarte, SEO/BirdLife y la Universidad de Cádiz preparan una jornada de divulgación y sensibilización de los valores de las salinas tradicionales para ofrecer herramientas que fomenten la gestión de salinas tradicionales diversificando actividades, entre ellas el ecoturismo. ¡Seguimos!
