Gracias a los trabajos de restauración realizados por Salarte, SEO/BirdLife y la Universidad de Cádiz, el chorlitejo patinegro, Ave del Año 2019, inicia con éxito su temporada de cría.Las actuaciones de mejora y conservación se enmarcan en el proyecto europeo Saltpan Initiative, iniciativa internacional de la fundación MAVA y BirdLife International para la conservación y mejora de las salinas costeras en la región mediterránea.El proyecto pone de manifiesto que el vínculo del ser humano con el territorio y una adecuada gestión pueden aumentar la biodiversidad.

Después de tres meses de trabajo para mejorar el estado de conservación de la Salina La Esperanza, en el Parque Natural Bahía de Cádiz, comienzan a verse resultados favorables para la situación de las aves limícolas, especialmente la del chorlitejo patinegro, declarada Ave del Año 2019 por SEO/BirdLife.

Las actuaciones se han dirigido a aumentar y mejorar la superficie destinada a la nidificación de las especies de aves limícolas que se reproducen en esta salina. Los primeros resultados son ya visibles llegando a avistarse antes de la época de cría más de 150 ejemplares de chorlitejo patinegro campeando por la zona mejorada.

Con estas intervenciones con las que se mejora la gestión del espacio, se pone de manifiesto que la actuación del ser humano en la marisma salinera es necesaria para la protección y el fomento de la biodiversidad.

En un entorno altamente humanizado como el nuestro, históricamente las salinas han servido como hábitat seguro y alternativo para muchas especies, en su mayoría migratorias, y el abandono progresivo de esta actividad está suponiendo una amenaza para su conservación. ”Con el chorlitejo patinegro como Ave del Año, desde SEO/BirdLife queremos alertar de este problema y contribuir a su solución, con iniciativas como este importante proyecto en la Bahía de Cádiz, una de las principales zonas de cría del chorlitejo en nuestro país”, comenta Ana Carricondo, coordinadora de los programas de conservación de la organización.

“Una vez más se demuestra que cuando recuperamos la gestión de salinas abandonadas, las aves crían de una forma exponencial. Lo que esperamos es que aumenten las parejas reproductoras y el índice de productividad por nido, algo que podemos intuir pero que tendrán que confirmar los investigadores de la Universidad de Cádiz, que son los encargados de diseñar las actuaciones que hemos puesto en marcha y de realizar el seguimiento científico y la evolución de la zona restaurada para fomento de la biodiversidad”, afirma Juan Martín, presidente de Salarte.

Para lograr estas mejoras del hábitat, se han llevado a cabo diversas actuaciones con la colaboración del Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de El Puerto de Santa María y de la empresa INNOVIA-COPTALIA. Así, se han reparado muros, creado compuertas, suavizado las cotas, creado riendas perimetrales y aportado conchas para favorecer la reproducción y cría en la zona.

Además de estas acciones de mejora directa de las estructuras de la salina y de evaluar los resultados de reproducción, en el marco de este proyecto se desarrollan otras actuaciones de sensibilización a través de un programa de voluntariado y de jornadas de divulgación de los valores de las salinas tradicionales para la diversificación de actividades.

La Salina La Esperanza ha sido concebida desde su restauración por la UCA como un laboratorio natural para ayudar al mantenimiento de las aves. Se trata de la zona con mayor densidad de nidos de chorlitejo patinegro del Parque Natural Bahía de Cádiz, con unas 124 parejas, que representan más del 70% de las parejas estimadas en el Parque Natural, siendo además una de las zonas más importante en toda España para este ave limícola.

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